Para mantener los pinceles y esponjas de maquillaje, es crucial limpiarlos regularmente para evitar la acumulación de bacterias y mantener su rendimiento. Los pinceles se deben lavar con agua tibia y jabón suave, asegurándose de no mojar la unión de las cerdas al mango. Las esponjas se pueden lavar con agua tibia y jabón, o con un limpiador específico para esponjas. Luego, se deben secar completamente al aire antes de guardarlas.
Limpieza de pinceles:
1. Preparación:
Llena un recipiente con agua tibia y agrega unas gotas de jabón suave o champú.
2. Limpieza:
Sumerge las cerdas de los pinceles en el agua y realiza movimientos suaves y circulares para eliminar el maquillaje.
3. Enjuague:
Enjuaga bien las cerdas con agua tibia, asegurándote de eliminar todos los residuos de jabón.
4. Secado:
Coloca los pinceles boca arriba en una superficie limpia y plana, con las cerdas hacia abajo para evitar que se deformen.
Limpieza de esponjas:
1. Preparación:
Llena un recipiente con agua tibia y agrega unas gotas de jabón suave o un limpiador específico para esponjas.
2. Limpieza:
Sumerge la esponja en el agua y realiza movimientos suaves y circulares para eliminar el maquillaje.
3. Enjuague:
Enjuaga bien la esponja con agua tibia, asegurándote de eliminar todos los residuos de jabón.
4. Secado:
Deja secar la esponja completamente al aire antes de guardarla.
Consejos adicionales:
-Frecuencia de limpieza:
Lave los pinceles y esponjas después de cada uso o al menos una vez a la semana, dependiendo de la frecuencia de uso.
-Desinfección:
Para una desinfección más profunda, puedes sumergir los pinceles y esponjas en una solución de agua y alcohol antes de lavarlos.
-Almacenamiento:
Guarda los pinceles y esponjas en un lugar limpio y seco, preferiblemente en un estuche o contenedor que permita la ventilación.
-Reemplazo:
Reemplaza los pinceles y esponjas que estén muy desgastados o que tengan un olor desagradable, incluso si los has limpiado